El caso de Nadia Peraza Espinoza, quien desapareció hace tres meses, ha dado un giro estremecedor tras el hallazgo de restos humanos el pasado viernes, encontrados por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ). Aunque se ha confirmado que los restos corresponden a Nadia, aún no se ha precisado cuáles partes del cuerpo han sido recuperadas.
Las autoridades mantienen una postura cautelosa respecto a los detalles de los restos hallados en dos ubicaciones distintas. En San Pablo de Heredia, dentro de una refrigeradora en una vivienda, se encontraron partes del cuerpo cuya naturaleza exacta no ha sido revelada. A solo 50 metros de la casa que Nadia compartía con su presunto asesino, Jeremy Mauricio Bozano Paisano, se hallaron más restos en un lote tipo cafetal en Bajo Los Molinos, cantón de San Rafael.
A pesar de que indicios policiales confirman la identidad de los restos, se espera la verificación definitiva mediante pruebas de ADN realizadas por la Medicatura Forense. La madre de Nadia ha sido sometida a varias pruebas hoy, cuyos resultados podrían tardar hasta tres meses en estar disponibles.
Jeremy Mauricio Bozano Paisano, la pareja de Nadia, es el principal sospechoso y actualmente se encuentra en prisión preventiva. Este trágico caso ha sido catalogado como femicidio, y Bozano Paisano enfrenta cargos graves mientras la investigación sigue su curso.
Fuentes cercanas al caso indican que se trata de un descuartizamiento, ya que los restos han sido encontrados en múltiples lugares distantes entre sí. Esta situación sin precedentes en la región plantea una serie de desafíos forenses, incluyendo la identificación de los métodos y herramientas utilizados en el crimen.
El director del OIJ, Randall Zúñiga, subrayó la complejidad del proceso de identificación y análisis de los restos. «Es ciencia, no es ciencia ficción y evidentemente lleva un proceso bastante complejo de poder determinar si los huesos y diferentes componentes biológicos que encontramos ahí, corresponden a una persona. Eso lleva un proceso bastante laborioso y apegado a la ciencia”, comentó Zúñiga.
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Redacción